Translate

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Yo doy el pecho y no soy una esclava


Una vez más, hoy, leí un comentario en un periódico digital de alguien que hacía una referencia negativa sobre la lactancia materna. Quizás sea porque estoy en ese punto del mes en el que las hormonas se descontrolan; pero hoy necesito desahogarme al respecto.

Mucha no, muchísima gente en España tiene la costumbre de relacionar la lactancia materna con esclavitud... y estoy convencida que una gran mayoría de la gente que dice esto se basan en el boca a boca en vez de la experiencia.

Para empezar, nadie te obliga a dar el pecho a tu hijo con una pistola apuntándote a la cabeza (Si se da el caso entonces por favor denunciad a la policía porque no es normal). Entonces ya para empezar, la palabra esclavitud pierde todo su sentido.

Hay madres que pasan malos momentos dando el pecho sea por mal enganche, mastitis, falta de apoyo en el entorno familiar o social o falta de tiempo por tener que atender otras cosas (trabajo, otros hijos etc) esas madres tienen la opción de pasarse a fórmula en biberon.

Luego están las muchas personas que han sido influenciadas en la decisión de dar el pecho poco tiempo o no darlo por recomendación de personas como doctores a los que se les toma la palabra al pie de la letra porque desde siglos atrás al médico se le ha visto siempre como imagen de sabiduría... pero sin tener en cuenta que marcas como Nestlé presionaron mucho a mediados del siglo XX para introducir sus productos para reemplazar la lactancia materna llegando a dar incentivos a profesionales de la salud para promocionarse. Esto ayudó a expandir la creencia de que el biberón es mucho mejor que la lactancia materna. (Y ojo, que no quiero que mis colegas los doctores se sientan ofendidos, que no generalizo ni pongo en duda vuestra sabiduría, si no que hablo de específicos casos sobre todo en los años 50-80 cuando la leche en polvo fué introducida con fuerza por las compañías que las producían)

Ahora. Nunca leo la posibilidad de que haya madres que den el pecho por gusto, por preferencia, porque les es más cómodo, porque para ellas suponen muchos más beneficios que inconvenientes... Por qué nunca se hace mención a esta posibilidad? A los que creéis profundamente en la lactancia materna por 1 año 2 o más como una esclavitud... acercaros a alguna madre que lo esté haciendo y preguntadle qué opina, cómo se siente y por qué lo hace. Creo que os sorprendería tremendamente lo que os van a contestar.

Para los que no tengáis opción de preguntar yo os voy a contestar: Yo llevo dando leche materna exclusiva a mi hija de casi 8 meses y tengo intención de continuar hasta que mi cuerpo me permita y hasta que mi hija y yo lo decidamos. Si es cierto, las primeras dos semanas de lactancia fueron duras porque las dos estábamos aprendiendo el proceso y yo salía de una cirugía abdominal (cesárea ) con sus correspondientes dolores y debilidad. Pero ya han pasado 8 meses y no ha habido un solo instante en el que alimentar a mi hija me haya supuesto una molestia, obligación (en el punto de vista negativo, obviamente es obligación como padre alimentar a nuestro hijo pero lo es también para el que da biberón) o sufrimiento. Y antes de continuar quiero hacer incapié en que yo tengo una lata de leche en polvo en mi despensa para caso de emergencia, a pesar de tener litros congelados en mi congelador.

Respeto que cada padre tome su decisión en cómo alimentar a sus hijos. Es como el que decide ser vegetariano o el que decide no tomar alimentos procesados. Pero parece que los que amamantamos a nuestros hijos no tenemos derecho a ser respetados y se nos tacha de locos.

No me voy a meter en los beneficios de la leche materna ni en que es algo que se ha hecho por MILLONES de años hasta que hace a penas 100 años se empezó a producir fórmula. Para eso ya tenéis mil artículos y estudios a un clic en google.  Pero si haré incapié en que MUCHAS de nosotras disfrutamos cada instante de la lactancia y merecemos ser respetadas por ello.